PUNTO DE SOMBRA | Los sentimientos tóxicos
Vicente Cornelles Castelló
Escritor y periodista
Instalados en su Arcadia feliz del Castellón en el que nunca pasa nada, que bien lo hacemos todo y no existen los errores, el equipo municipal del gobierno del Partido Popular sigue navegando en su ribera de los oídos sordos a las reivindicaciones ciudadanas, por más reuniones que convocan para calentarles las orejas a los agraviados, el veto a periodistas que no son favorables a la causa en su participación en actos culturales y sociales y el sectarismo más exacerbado para seguir manteniendo el estatus de ‘manu militari’ que ostentan desde que asumieron hace un año las responsabilidades municipales en una macedonia de escasa gestión, rencor absoluto e, incluso, malas artes.
Rodeados de sus aplaudidores de cámara, personajes que cobran al año más de 60.000 euros pagados por todos los contribuyentes, (sí, muchísimo dinero, no seamos melifluos) se permiten el lujo, desde su arrogancia, de juzgar, ordenar, mandar, despreciar, apartar, alejar, vacilar, vejar y marginar, sin ningún tipo de humildad y sentimientos humanos (o los que ellos tienen a su manera, muchos tóxicos). Ellos no creen en el aforismo del Quijote cuando le dice a Sancho que “la libertad es el bien más preciado”.
Ellos no aceptan la diferencia y mantienen actitudes paternalistas que no hacen más que alargar la agonía de los débiles. Ellos no dialogan y olvidan que muchos de nosotros, los ahora vetados, fuimos paños de lágrimas en sus derrotas, como aquella jefa de prensa de Castellón Cultural hace diez años quien recurrió a mi persona para vomitar su tristeza porque se había quedado sin trabajo. Y ahora tiene mando en plaza en Castellón y cobra más de 67.000 euros.
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